El gobierno estadounidense dio a conocer que las nuevas incursiones militares en la frontera oriental de Ucrania indican que probablemente esté en marcha una contraofensiva dirigida por Rusia en dos ciudades ucranianas.

De esta manera, Rusia estaría ayudando a los rebeldes a expandir sus combates en el este del país, enviando tanques, lanzamisiles y vehículos blindados a varias comunidades.
"Estas incursiones indican que una contraofensiva dirigida por Rusia está probablemente en marcha en Donetsk y Lugansk", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
La funcionaria también manifestó preocupación por las entregas nocturnas de material en el sureste de Ucrania, donde los separatistas entraron el miércoles a un poblado clave que une a Rusia con la Península de Crimea que recientemente se anexó Moscú.
Psaki también dijo que Washington ha notado una "falta de voluntad de Rusia de decir la verdad incluso cuando sus soldados son vistos 48 kilómetros dentro de Ucrania".
Esto coincide con declaraciones del ejército ucraniano, que denunció la incursión de más soldados rusos que entraron a la pequeña localidad de Amvrosiyivka en cinco vehículos blindados de infantería.
Rebeldes toman ciudad ucraniana
Además, la agencia Interfax reveló este miércoles que Ucrania detuvo en el este de su país a otro soldado ruso, que confesó entregar apoyo militar a los separatistas.
Citando fuentes del servicio estatal de seguridad, la agencia agregó que el soldado, de 19 años, dijo al ser interrogado que su unidad militar entregó equipamiento militar, incluyendo misiles Grad y vehículos blindados, a los separatistas prorrusos
En tanto, el alcalde de Novoazovsk, un puerto en el sureste de Ucrania, informó que los rebeldes entraron a su pueblo el miércoles después de tres días de intensos combates.
Esto aumenta los temores de que los separatistas estén tratando de crear un enlace terrestre entre Rusia y Crimea.
Novoazovsk está junto al mar Azov en la carretera que lleva de Rusia al importante puerto ucraniano de Mariupol y Crimea occidental, la península en el Mar Negro anexada por Rusia este año.
Fue la primera vez en los cuatro meses del conflicto que la lucha llega hasta la costa sur y sugiere que los rebeldes, que según Kiev los apoya Moscú, se refuerzan.