Las manifestaciones por la muerte del joven Michael Brown tienen lugar solo en un corto tramo de una calle de la ciudad
as impactantes imágenes de enfrentamientos entre manifestantes y Policía en Estados Unidos podrían hacer pensar que las calles de Ferguson se han convertido en una batalla campal, que en todo el área metropolitana de San Luis hay saqueos y que la disputa racial se ha extendido a otras urbes con amplia población negra. La muerte de Michael Brown ha sacudido la conciencia de la sociedad estadounidense, pero todas las protestas violentas se han producido en apenas un kilómetro de calle, un reducido tramo de la avenida West Florissant.
Es la conocida como «zona cero» de este conflicto, que abarca desde el punto de West Florissant Avenue donde está la tienda en la que el sábado día 9 de agosto, poco antes del mediodía, Michael Brown y un amigo robaron una caja de puros, y la adyacente Canfield Drive, a la que ambos llegaron caminando y donde un policía les dio el alto.
Debido a los saqueos de los primeros días, muchos de los comercios de West Florissant han colocado plafones de madera en ventanas y puertas, y cierran cuando se avecina una marcha presumible mente violenta. El McDonalds del barrio, situado junto a la tienda en la que Brown robó, es una excepción. Ha sido el lugar de reunión de la prensa, el recinto al que la Policía ha confinado a los informadores en momentos de mayor tensión.
En el límite norte del tramo está la gasolinera QuikTrip, cuyo espacio comercial fue incendiado cuando corrió el falso rumor de que los empleados habían llamado a la Policía para denunciar un pasado robo de Brown. Fuera de servicio, la gasolinera ha sido utilizada como plató de las televisiones para sus emisiones en directo.