La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, denunció que el fallo de la justicia estadounidense sobre el caso de los "fondos buitres" busca poner a su país de rodillas.
Fernández, en Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, insistió en que no es aplicable la sentencia del juez Thomas Griessa.
El juez da la razón a la los inversionistas que no quisieron acogerse a las quitas ofrecidas por el gobierno en 2005 y 2010.
Los que Fernández llama "fondos buitres" compraron títulos de deuda poco después de la cesación de pagos por unos US$100.000 millones de 2002.
Esos fondos llevaron a los tribunales al Estado argentino para exigir el pago al completo, a diferencia del 90% que se acogió a la restructuración.