Tras la captura de Héctor Beltrán Leyva empieza a modificarse de nuevo el escenario del tráfico de drogas en México, pues sólo dos de los viejos líderes de carteles siguen activos.
Los grupos tienen ahora jefes más jóvenes o que provienen de familias distintas a las fundadoras del negocio. A algunos, por su edad, les han llamado "narcojuniors".
Al mismo tiempo existen nuevas organizaciones que surgen de fracturas de antiguos carteles, como ocurrió con Sinaloa, o el debilitamiento de otros como sucede con el grupo de Tijuana.
"Estamos ante un fenómeno inédito de captura y relevo forzado o pactado de los iderazgos dadas las detenciones de los principales capos del país", le dice a BBC Mundo Pedro Isnardo de la Cruz, especialista en temas de prevención de violencia de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Algunos de estos líderes provienen de bandas de sicarios con poca experiencia que con frecuencia son más violentos que sus antecesores. "Eso los vuelve mucho más riesgosos, los nuevos jefes están en una lógica mucho más sanguinaria y eso los hace más temibles", subraya.