Dos de los principales bancos en Gran Bretaña confirmaron que reducirían sus vínculos con Escocia si gana el "sí" en el referendo sobre independencia que se realizará el próximo 18 de septiembre.
El Royal Bank of Scotland, actualmente basado en Edimburgo, declaró que trasladaría su sede principal a Londres. También desplazaría algunos empleos a Inglaterra, en el sur.
Otro banco importante, Lloyds, informó que cambiaría el registro oficial de sus oficinas (la sede legal) a Inglaterra.
Una tercera institución financiera, la compañía de pensiones y seguros Standard Life, tiene planes de transferir parte de sus negocios a tierras inglesas en caso de que se vote por el "sí".
La consulta sobre la independencia de Escocia ha generado intensos debates y polarizado la opinión pública en Gran Bretaña.
Los nacionalistas escoceses dicen querer librarse del control de Westminster, el centro del poder británico en Inglaterra, mientras que los partidos tradicionales sostienen que la unión de ambos países los hace más fuertes y prósperos.