El programa Panorama de la BBC entrevistó a testigos que aseguran que soldados rusos eran los operadores de un lanzamisiles BUK visto en el área donde el avión de pasajeros de Malaysia Airlines (MH17) fue derribado el pasado mes de julio.
Se cree que los daños de metralla observados en imágenes de los restos del avión pertenecen a un arma de fragmentación como el BUK, por lo que se cree que este tipo de misil tierra-aire fue el responsable del derribamiento del avión de pasajeros.
Sin embargo, el gobierno de Rusia sugirió previamente que el misil había sido disparado por un avión de combate de Ucrania.
Además, separatistas prorrusos han negado cualquier posesión de un lanzador de misiles BUK.
Sin embargo, fotografías y videos ponen en duda la afirmación del Kremlin y de rebeldes prorrusos de que no tenían un lanzador de misiles BUK en su territorio.
Tres testigos oculares, todos civiles, dijeron por separado al programa de televisión Panorama que vieron un lanzamisiles en territorio controlado por los rebeldes unas horas antes de que cayera a tierra el Boeing de Malaysia Airlines.
Un testigo dijo haber visto el despliegue del lanzador de misiles desde una plataforma en la localidad de Snezhnoye alrededor de las 13:30 hora local (10:30 GMT), a unos diez kilómetros del lugar del accidente.
Esta imagen muestra la metralla que expulsa el misil al explotar una vez está cerca de su objetivo.
"Acabábamos de ver que era bajado de la plataforma y cuando el motor del BUK fue encendido, el escape llenó de humo toda la plaza del pueblo", dijo uno de los testigos.
Esta imagen muestra la metralla que expulsa el misil al explotar una vez está cerca de su objetivo.
"Acentos rusos"
El testigo dijo a la BBC que los operadores parecían soldados rusos: "Muy disciplinados, a diferencia de los rebeldes, y no con el uniforme de camuflaje ucraniano estándar lucido por las tropas gubernamentales y rebeldes por igual".
"Ellos tenían acentos rusos. Pronuncian la letra 'g' de manera diferente a nosotros", dijo.
En el este de Ucrania, la mayoría de la gente habla ruso, pero los operadores del BUK no hablaban ruso con acento local, según se desprende de la declaración del testigo.
Ese testimonio fue confirmado por un segundo testigo, quien agregó que un oficial en un jeep militar que escoltaba el BUK hablaba con un acento moscovita.
Si esto resulta ser cierto, el Kremlin tendría que explicar a los familiares de los 298 pasajeros y tripulantes que murieron, por qué estos militares rusos habrían sido vistos en la zona escoltando un BUK poco antes de que el MH17 fuese derribado.
Además, si estos testigos dicen la verdad, entonces los operadores del BUK pueden haber sido parte del llamado "Ejército Fantasma" que el gobierno ruso aparentemente ha enviado por miles para infiltrarse en territorio ucraniano y que han inclinado la balanza militar en gran medida a favor de los rebeldes.
Sin embargo, la negación del Kremlin de estar apoyando militarmente a los rebeldes es contrastada por una gran cantidad de pruebas, incluyendo un video de una columna de tanques rusos e implementos militares que fue grabado desde la parte posterior de un autobús en territorio ucraniano.
Tumbas recién cavadas de presuntos soldados rusos muertos en combates en Ucrania también cuentan una historia completamente diferente a la línea oficial del Kremlin que ha dicho en más de una ocasión que no tiene ningún papel en la guerra.
La semana pasada Panorama se encontró con el presidente Vladimir Putin en el Museo del Mamut de Yakutsk, Siberia, y le preguntó si se arrepentía de las muertes en Ucrania.
Antes de que la pregunta fuera completamente formulada, Putin la paró y se apresuró a culpar al gobierno de Ucrania por no hablar con los rebeldes y por el "bombardeo de zonas residenciales".
El presidente tiene un argumento. Cuando estuve en Donetsk el pasado mes de julio, el ejército ucraniano -tratando de bombardear una base rebelde en la ciudad- no dio en el blanco y la bomba cayó en una maternidad. Afortunadamente las mamás embarazadas y los recién nacidos ya habían sido trasladados a un sótano.
La organización defensora de derechos humanos Human Rights Watch ha condenado tanto el gobierno ucraniano como a los rebeldes prorrusos del bombardeo indiscriminado de civiles.
Pero Putin se fue cuando intentaba cuestionarlo sobre el papel de Rusia en la guerra y el derribo del vuelo MH17, por lo que esas preguntas siguen sin respuesta.
