Todos los teléfonos nuevos en California deberán tener un botón que desactive el móvil en caso de robo.
El gobernador de California, Jerry Brown, firmó una ley para que todos los teléfonos inteligentes vendidos en el Estado traigan un "kill switch" (botón de emergencia) que los haga inutilizables en caso de pérdida o robo.
Aunque su alcance legal no se extiende más allá de las fronteras del estado, la ineficiencia de la producción de teléfonos con el switch sólo para California significa que se espera que el interruptor sea adoptado por los fabricantes de teléfonos en general.El proyecto de ley fue elaborado en respuesta a una "epidemia" de robo de teléfonos inteligentes en el Estado.