Cientos de personas volvieron a congregarse el sábado en Ferguson para recordar a Michael Brown y anunciar, lo que afirman, es el comienzo de un movimiento social.

El abogado Jerryl Christmas, de St. Louis, dijo que la marcha quiere mantener viva en la atención nacional la muerte de Brown y el consiguiente debate sobre los problemas raciales.
Muchos de los participantes de la marcha, inclusive niños, usaban camisetas con la leyenda “Tenemos las manos arriba, no disparen”.
La marcha comenzó en la Avenida West Florissant en la intersección con Canfield Drive, la calle donde el joven negro de 18 años murió el pasadp 9 de agosto a manos del policía Darren Wilson. Un jurado de investigación considera las pruebas del caso y también hay una investigación federal en curso.

Con la presencia del gobernador Nixon y 3 enviados de Obama se realizan los funerales en un templo Bautista.

“Han pasado apenas tres semanas y este es solo el comienzo de un movimiento”, dijo Christmas aThe Associated Press. “Deseamos que el presidente venga aquí. El destacó que no tenía una estrategia para el Estado Islámico y Siria, pero necesitamos una para el sector urbano estadounidense. La tragedia es que esto pudo haber sucedido en cualquier sitio”.
Por su parte, algunos organizadores de la manifestación llamaron a la desobediencia civil para detener sus coches en la carretera interestatal 70 y otras autopistas de alrededor del suburbio de St. Louis y así protestar por la muerte de Brown este lunes a las 4:30 pm a propósito del día feriado que se festeja en EEUU. Se pidió que los asistentes enciendan las luces de sus autos y apaguen el motor por 4 minutos y medio para simbolizar las cuatro horas y media que el cuerpo de Brown estuvo en medio de la calle.
"Quiero que las carreteras cerradas. Sé que es un día de fiesta, pero no va a haber buenas vacaciones ", dijo Anthony Shahid, uno de los principales organizadores de la manifestación.
La propuesta fue recibida con aplausos por muchos manifestantes. Solo unos cientos del total de manifestantes se encontraban en el parque cuando el organizador hizo el anuncio.
La madre de Brown, Lesley McSpadden, encabezó la marcha. Ella y otros familiares rodearon un monumento improvisado en medio de la calle donde Brown murió y escucharon con la cabeza inclinada dos oraciones, una del reverendo Spencer Booker y otra de un clérigo musulmán.
“Sabemos que esta vida no será en vano”, dijo Booker, de la iglesia St. Paul en San Luis.
Minutos después de la reunión una lluvia torrencial causó la dispersión de los participantes.
Cada vez menor confianza en la policía de Estados Unidos
Y es que mientras continúa el debate sobre la actuación de la Policía en Estados Unidos tras la muerte de Michael Brown, diferentes estudios revelan que los latinos y los negros confían menos en su policía local que los blancos.
El caso de Michael Brown, que desató dos semanas de protestas y disturbios en esa localidad sureña, planteó cuestiones como si el uso de la fuerza por parte de la policía es adecuado, si los policías son castigados cuando cometen faltas y si el trato es igual con determinados grupos raciales.

Blanca Rosa Vilchez analiza los hechos ocurridos en Ferguson, Missouri tras días de intensas protestas.

El centro de investigaciones Pew Center, que realizó una encuesta entre el 20 y el 24 de agosto entre 1,501 adultos, encontró que en conjunto hay una diferencia entre la confianza que tienen los blancos, los latinos y los afroamericanos.
El 77 por ciento de los blancos creen que la policía local se gana la confianza de los residentes en la comunidad en la que sirven; una cifra que baja al 51 por ciento cuando se les pregunta a los hispanos y al 45 por ciento en el caso de los afroamericanos.
En cuanto a la cuestión concreta de si la policía local da un trato igualitario a los ciudadanos blancos e hispanos, el 72 por ciento de los blancos consideran que sí, mientras que tan solo el 46 por ciento de los hispanos coincide.
La encuesta revela que solo el 45 por ciento de los hispanos dice que confía mucho o bastante en que la policía local no hace un uso excesivo de la fuerza con los sospechosos, frente al 74 por ciento de los blancos. En el caso de los afroamericanos el porcentaje se reduce al 36 por ciento.
En cuanto a si el trato que reciben los negros es igual al recibido por los blancos, el 47 por ciento de los hispanos cree que sí, frente al 72 por ciento de los blancos, mientras que solo un tercio de los afroamericanos están de acuerdo.
En conjunto, el 62 por ciento de los hispanos creen que la policía local hace un buen trabajo haciendo cumplir la ley, frente al 83 por ciento de los blancos y el 52 por ciento de los afroamericanos.
En otro estudio divulgado recientemente tras los disturbios en Ferguson, la consultora Gallup, que combinó datos de encuestas hechas entre 2011 y 2014, indicó que el 56 por ciento de los estadounidenses confía "bastante o mucho" en la policía, mientras que el 36 por ciento confía "un poco".
Entre quienes Gallup identifica como blancos, el 59 por ciento dijo tener bastante o mucha confianza en la policía, el 29 por ciento un poco y el 12 por ciento poca o ninguna.
Entre los encuestados identificados como negros, el 37 por ciento dijo tener bastante o mucha confianza en la policía, el 37 por ciento un poco y el 25 por ciento poca o ninguna confianza.