Eran las 11:30 de la noche cuando Wilbert fue sacado de su casa por miembros encapuchados de la policía judicial de Ciudad Juárez. Lo sometieron a torturas prolongadas que incluyeron golpes, simulacros de ahogamiento y descargas eléctricas en los genitales. Todo para hacerle confesar su participación en dos secuestros. Wilbert vivió para contarlo, pero muchos otros mueren, victimizados por las fuerzas de seguridad en México.
Según AI, el número de denuncias de tortura en la última década tuvo un aumento de casi un 600%.Este relato es parte de un informe de Amnistía Internacional (AI) que denuncia un preocupante aumento de la tortura en México en el marco de la militarización de la seguridad pública provocada por la guerra contra el narcotráfico.
"El resultado de esta investigación es alarmante" porque confirma que la tortura y los malos tratos son "persistentes", la "impunidad prevalece y el acceso a la justicia para las víctimas es casi nulo", dijo el investigador de AI Rupert Knox, responsable de investigación.
El reporte "Fuera de control: Tortura y otros malos tratos en México", es producto de varios años de investigación y está centrado en casos documentados por AI de víctimas.
No a las torturas en el proceso judicial
A pesar de que México ha adoptado protocolos internacionales que dicen que las confesiones obtenidas mediante torturas no son válidas en un proceso judicial, se ha constatado al estudiar estos casos "que eso no es cierto", explicó Knox.
Investigaciones deficientes, nulo acceso a abogados de oficio impuesos por el Estado, detenciones arbitrarias, uso de pruebas falsas, abusos sexuales, todo ello forma parte de la larga lista de injusticias cometidas en México, según el informe de AI.
Los métodos de tortura más habituales documentados por AI van desde golpes con puños, botas, culatas de fusiles y palos hasta amenazas contra las familias de los detenidos, pasando por descargas eléctricas en los genitales, semiasfixia mediante bolsas de plástico y violación u otras formas de violencia sexual.
El resultado "es una impunidad casi total para los autores de los abusos y un auténtico temor entre la población a que cualquier detención pueda desembocar en torturas".
Los mexicanos tienen miedo a la tortura
El 64 % de los mexicanos consultados por AI declararon tener miedo de sufrir tortura en caso de ser puestos bajo custodia.
El documento señala que el Gobierno de Enrique Peña Nieto intenta distanciarse de la ola de violencia y abusos a los derechos humanos iniciada durante el mandato de su antecesor, Felipe Calderón (2006-2012), y asegura que las tasas de homicidios y otros delitos han disminuido.
"La cifra de quejas registradas en 2013 (1.505) era aún un 600% superior a la registrada antes del estallido de violencia que se produjo a partir de diciembre de 2006. En 2003 la CNDH registró 219 quejas por tortura y otros malos tratos", precisa el reporte.
La organización señala que el despliegue a gran escala de las Fuerzas Armadas en los últimos años para combatir la delincuencia organizada es un factor clave en el aumento del uso de la tortura y por ello pide al gobierno que retire a los militares de las tareas policiales.
Además, exhorta a las autoridades a garantizar que las detenciones se realicen con apego a la ley, a investigar las denuncias de arrestos ilegítimos y tortura, y a abolir la figura del arraigo (detención preventiva).
AI destacó que aunque el Gobierno se ha comprometido a respetar las normas internacionales de derechos humanos, "aún no ha dado pasos decisivos para cumplir estas obligaciones".
Por ello, dijo, ha llegado la hora de que implemente los cambios necesarios para poner fin a la tortura y otros malos tratos en el país.