Ayer, el presidente Barack Obama dijo que tomaría pronto acciones ejecutivas para aliviar la situación de los 11.3 millones de indocumentados que viven en EEUU.
 Los impulsores de la reforma migratoria sintieron una bocanada de aire fresco e imaginaron que el mandatario cumpliría con la promesa que hizo en junio pasado de tomar medidas antes de que termine el verano. Sin embargo, funcionarios de la Casa Blanca anunciaron hoy, menos de 24 horas después, de que los indocumentados deberán esperar a que pasen las elecciones de noviembre y llegue fin de año.

Debido a la extrema politización de este asunto, el presidente cree que sería dañino para la propia medida y las perspectivas a largo plazo de una reforma migratoria integral anunciar una acción ejecutiva antes de las elecciones", afirmó el funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, en una conferencia telefónica con periodistas.
Un funcionario de la Casa Blanca explicó la decisión de demorar el anuncio de las medidas que tomó el Presidente, quien ayer había anunciado que leería “en el vuelo de regreso a casa” las recomendaciones migratorias que les encargó al secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, y al fiscal general, Eric Holder.
Obama había prometido que le dedicaría tiempo a las recomendaciones migratorias en Newport, donde se llevó a cabo la Cumbre de la OTAN para tratar la crisis en Ucrania y la respuesta internacional a las amenazas de ISIS, el grupo terrorista que tiene en jaque a EEUU con las decapitaciones de sus ciudadanos.
“Creo que en mi vuelo de regreso (estas recomendaciones) serán parte de mi lectura. Veré los detalles de lo que hemos estado viendo y actuaré pronto”, dijo Obama y dio pistas sobre el camino que tomarían sus acciones ejecutivas.
“Yo tengo la intención de tomar acciones para asegurarnos de que pongamos más recursos en la frontera, de que mejoramos cómo procesamos esos casos (de inmigrantes) y que encontramos la forma de estimular la inmigración legal y darles a las personas algún camino para que puedan empezar a pagar impuestos, paguen una multa, aprendan inglés y puedan no ser mirados por sobre su hombro, sino ser legales ya que han vivido aquí bastante tiempo”, enumeró Obama ayer.
Sin embargo, las soluciones permanentes que puede dar al sistema roto de inmigración son “muy limitadas”, dijo este sábado un funcionario de la Casa Blanca a UnivisionNoticias.com que participó de la conferencia. Por lo que Obama busca el momento apropiado para anunciar las acciones ejecutivas y protegerlas.
A finales de agosto, senadores republicanos como Marco Rubio y Steve King sugirieron que su partido podría intentar luchar contra ese tipo de medidas a través de las negociaciones para el presupuesto de las agencias federales, que debe aprobarse antes del comienzo del próximo año fiscal, el 1 de octubre.
“Lo que realmente va a arreglar el sistema migratorio es una ley del Congreso”, insistió el funcionario de la Casa Blanca y reprochó a los republicanos que desde junio de 2013 tienen frenada la ley de reforma migratoria en la Cámara de Representantes, luego de que el Senado la aprobara.
“Lo que puede hacer el Presidente no se compara con lo que puede hacer el Congreso”, señaló el funcionario. El propio Obama había dicho ayer también: "Lo que es inequívoco es que necesitamos una reforma migratoria aunque mi preferencia primordial es ver que el Congreso actúe".
Más de 11 millones de indocumentados esperan desde hace más de un año –cuando se frenó la reforma en la Cámara de Representantes- que Obama ponga en marcha acciones que puedan poner a fin a su calvario migratorio y su eterno temor a ser deportados.
Desde la Casa Blanca explicaron que no quieren que vuelva a repetirse la experiencia de la ley de control de armas de 1994, cuando los demócratas perdieron las elecciones tras votar a favor de ella.
Con ese fantasma en mente, los demócratas han ejercido una fuerte presión para retrasar el anuncio y evitar un resultado adverso si Obama aprobaba acciones ejecutivas antes de que terminase el verano como había prometido.
En estos comicios, en los que se renovarán la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, los demócratas temen perder el control de la Cámara alta.
“Los que pasaron de decir que aprobarían una ley de reforma migratoria a presentar proyectos para deportar dreamers fueron los republicanos. La determinación del presidente no ha cambiado”, defendió el funcionario.
Consultado sobre por qué los indocumentados, los dreamers y los activistas deberían creerle ahora al Presidente y pensar que solo se trata de “una demora de unas semanas”, el funcionario dijo: “Durante unas semanas deberán dudar. Pero cuando anuncie las acciones ejecutivas esas dudas serán despejadas y podrán preguntarle a los activistas que piensan de ellas”. E insistieron: “La determinación del Presidente no ha cambiado. La decisión no es sobre si actuará o no, actuará antes del fin de 2014".