"Popeye" ha estado en una prisión de máxima seguridad durante 22 años.
Colombia se encuentra dividida ante la decisión que hace unos días tomó un juez, al determinar la libertad condicional de John Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye", nada más y nada menos que el exjefe de sicarios del temido capo Pablo Escobar.
Tras darse a conocer la resolución del juez, desde la Fiscalía se realizó una búsqueda en todos los juzgados de Colombia para determinar si tiene algún proceso pendiente que le impida recuperar la libertad, sin embargo hasta el momento no se ha encontrado nada, según reveló un funcionario judicial consultado porAFP.Acusado del asesinato del político colombiano Luis Carlos Galán, entre otros crímenes, "Popeye" ha estado en una prisión de máxima seguridad durante 22 años, luego de haberse entregado en 1992 poco antes de que lo hiciera Escobar, y aunque su jefe huyó de la cárcel meses después, el gatillero decidió permanecer en la cárcel.
La decisión generó polémica entre las víctimas del sicario. Por un lado la familia de Galán afirmó que el prisionero ya cumplió la pena impuesta por la justicia, y además destacó que Velázquez colaboró con la justicia para esclarecer otros crímenes.
"Ha aportado a la verdad en estos años. Contribuyó a la condena de Santofimio con sus declaraciones. Nunca será suficiente lo que paguen de cárcel las personas como alias Popeye, pero si la norma colombiana establece que después de pagar algo de la pena y estudiar tendrá derecho a esto, pues no nos podemos oponer", dijo a Radio Caracol el senador Carlos Galán, uno de los hijos del político asesinado.
Participó en más de 3.000 muertes
Otras voces se expresaron en desacuerdo, como el director de la Fundación Colombia con Memoria, Federico Arellano, cuyo padre falleció al explotar una bomba colocada por el Cartel de Medellín en un avión de Avianca en 1989 que dejó cientos de muertos.
"Desde el punto de vista de las víctimas lo vemos aún con mayor recelo. Llevamos en el caso más de 25 años en donde no hemos tenido respuesta. Son 25 años de vergonzosa impunidad", dijo Arellano, quien agregó que si "Popeye" llega a salir libre, esto sería una burla para el Estado y una bofetada para las víctimas. "Él debe seguir preso".
Aunque la liberación puede darse en cuestión de horas o en los próximos días, "Popeye", quien en su momento reconoció haber cometido materialmente 300 asesinatos y haber participado en alrededor de 3.000 muertes, aún deberá pagar una fianza cercana a los 4.500 dólares.
Además de haber reconocido que coordinó la instalación de por lo lo menos 200 carros bomba, fue él quien en enero de 1988 secuestró en su sede de campaña en Bogotá, a Andrés Pastrana Arango, entonces candidato a la Alcaldía de Bogotá y asesinó en ese mismo año al entonces procurador Carlos Mauro Hoyos.