El estadounidense John Hoover debió esperar 428 días para que el Senado de Estados Unidos lo confirmara este mes como el nuevo embajador del país ante Sierra Leona.
En julio de 2013, Hoover fue nominado por el presidente Barack Obama para que asumiera el cargo diplomático más alto en ese país del occidente africano, pero desde entonces su caso se vio afectado por disputas políticas en el Senado que han dilatado las confirmaciones diplomáticas.
Eso quiere decir que durante más de un año, Washington no tuvo embajador en un país que está en el centro de la crisis humanitaria por el virus del Ébola.
El de Hoover no es un caso aislado. Todd Robinson, el candidato a la embajada de Guatemala -un país en el centro del flujo de migrantes en la frontera sur de EE.UU.- debió esperar más de 100 días hasta que fue confirmado recientemente.
Según cifras que el Departamento de Estado le entregó el lunes, hay 44 nominados esperando su confirmación en el Senado para embajadas en el exterior. El promedio de espera por candidato es de un poco más de seis meses.
Esa lista incluye a los embajadores designados en Emiratos Árabes Unidos y Bahréin (parte de la coalición contra Estado Islámico en Medio Oriente), Argentina (que está enfrentado a los llamados "fondos buitre"), así como en varios países de Europa del este que pueden verse afectados por la disputa con Rusia.
"No podemos liderar si no estamos ahí", Alec Gerlach, portavoz del Departamento de Estado. "Estas vacantes envían un mensaje peligroso a nuestros aliados".

La opción nuclear

La principal razón por la que hay este atasco de confirmaciones no es un asunto internacional sino una disputa política en el Capitolio.
Los demócratas, que tienen la mayoría en el Senado, cambiaron las reglas de procedimiento al final del año pasado para acelerar las confirmaciones, evitar las tácticas dilatorias de los republicanos (conocidas como "filibusters") y aprobar mociones por mayoría simple en vez de supermayoría.
El cambio -conocido como la "opción nuclear"- significa que el partido minoritario tiene más dificultades para bloquear una confirmación, pero también es más complicado que los dos partidos cooperen para confirmar los puestos de manera rápida.
Para algunos republicanos, esta medida equivalió a una pérdida de sus derechos y por tanto han tratado de dilatar los procedimientos.
"Reservándonos el derecho a objetar, acostumbrábamos a aprobar embajadores y todo tipo de personas en bloque", dijo en julio el republicano Michael Enzi, de Wyoming. "Pero tenemos esta opción nuclear escogida por la mayoría, así que todo el proceso se demora un poco más".
De esa manera, aunque este mes hubo varias confirmaciones importantes, éstas tienden a llegar a cuentagotas y, de manera particular, cuando hay alguna crisis o evento urgente.
Por ejemplo, el nuevo embajador en Chile, Michael Hammer, tuvo que ser llevado en el avión presidencial Air Force Two para su primer día de trabajo porque el Senado le dio el visto bueno justo antes de que el vicepresidente Joe Biden visitara Santiago en marzo.

Nominados políticos

Otro problema que ha enfrentado el gobierno es que algunos de sus nominados, en especial los que no son diplomáticos de carrera sino nominados políticos, han sido criticados por su aparente falta de conocimiento sobre su destino.
Embajada de EEUU en Berlín
EE.UU. tiene embajador en Berlín, pero no así en otros países importantes de Europa.
El de Noruega, George Tsunis, demostró en su audiencia ante el Senado que desconocía la coalición de gobierno en ese país europeo, mientras el de Argentina, Noah Mamet, fue cuestionado porque nunca había estado allá. Ambos llevan más de un año esperando su confirmación.
El gobierno pidió que se les diera la oportunidad de demostrar sus capacidades, pero esto no ha detenido las críticas y objeciones contra algunos candidatos políticos.
"Sí, nos preocupa este tipo de nominaciones", le dijo a  Robert Silverman, presidente de la Asociación del Servicio Exterior de Estados Unidos (AFSA, por sus siglas en inglés). "Es un problema, pero no debería ser una justificación para detener a los otros que son de carrera".
Embajada en Bahréin
Obama nominó en julio a William Roebuck para la embajada de Bahréin.
"No tener a estas personas allá envía absolutamente la señal equivocada a ese país y daña nuestras relaciones en un momento en que necesitamos que sean fuertes", explica.
Alec Gerlach, del Departamento de Estado, opina en una línea similar y dice que los embajadores son los "mejores defensores" de Estados Unidos, aunque admite que no son las únicas personas con las que cuenta el gobierno.
"Incluso ante la ausencia de un embajador, los funcionarios consulares y diplomáticos continunarán trabajando para servir a los estadounidenses en el extranjero y representar nuestros intereses"
No obstante, los embajadores tienen un peso único, como concluye Silverman.
"El embajador es nominado personalmente por el presidente y confirmado por el Senado, así que tiene una autoridad única para hablar en nombre de Estados Unidos".
hombre con bandera de EE.UU.
El promedio de espera para confirmar un alto puesto diplomático en EE.UU. es de unos seis meses.
 
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