Birmania liberó a más de un centenar de niños soldados de sus Fuerzas Armadas.
Es la liberación más grande de jóvenes recrutas desde la promesa de terminar con esta práctica dos años atrás.
Cerca de 500 niños han dejado el ejército. Sin embargo, hay reportes de que los niños aún son reclutados en ciertas áreas.
Los niños soldados han sido utilizados en la lucha armada entre fuerzas gubernamentales y grupos rebeldes.