El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó en Naciones Unidas a las potencias occidentales de haber ayudado a crear a los grupos yihadistas que han generado una crisis en el Medio Oriente.
Maduro dijo que esas "fuerzas terroristas" son un Frankenstein creado por Occidente y rechazó los ataques aéreos en Irak y Siria, porque -asegura- matan a más civiles que a los grupos armados que intentan derrotar.
El mandatario venezolano también dijo en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que la organización "se ha convertido en un instrumento olvidado, violado de manera permanente en sus objetivos fundamentales".
En contraste, defendió los nuevos regionalismos y, citando como inspiración a la Unión Europea y la Unión Africana, se refirió a los nuevos bloques fundados en América Latina en el Siglo XXI: la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Petrocaribe, Unasur y Celac.
Del mismo modo, exhortó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a levantar "el bloqueo criminal económico contra nuestra hermana Cuba" y defendió a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, contra lo que llamó "saqueo financiero" al referirse a los fondos buitre, los inversionistas que no quisieron acogerse a las reducciones de la deuda ofrecidas por el gobierno en 2005 y 2010.
También exhortó a que la ONU haga valer las decisiones de descolonización, citando el caso de Puerto Rico, estado libre asociado de EE.UU.
En ese sentido, invocando a Nelson Mandela, Maduro se refirió al puertorriqueño Óscar López Rivera, a quien llamó "el preso político más antiguo del mundo, en una cárcel de EE.UU.", diciendo que "su único pecado es luchar por la independencia de su patria".