Rouhani dijo que el extremismo es una respuesta al colonialismo y el racismo.
El presidente de Irán, Hassan Rouhani, dijo este jueves a los líderes mundiales presentes en la Asamblea General de Naciones Unidas que la meta de los extremistas que están generando caos en el Medio Oriente es destruir la civilización.

Rouhani señaló que los errores estratégicos de países occidentales en la región la han convertido en un refugio para terroristas y que ciertos estados y agencias de inteligencia "han puesto cuchillas en manos de locos".
El mandatario argumentó que el extremismo en la región es -en parte- una respuesta al colonialismo y el racismo, y la mejor manera de abordarlo es erradicando la pobreza y la injusticia. Según él, el Medio Oriente está cansado de las guerras.
Finalmente, el presidente añadió que esperaba que la disputa sobre el programa nuclear iraní se resolviera pronto.
 
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