El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, encabezado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aprobó por unanimidad una resolución para frenar el flujo de yihadistas extranjeros a Irak y Siria.
Obama dijo que la resolución obliga a los países a impedir el reclutamiento o la financiación de combatientes extranjeros que se integran a grupos extremistas como Estado Islámico.
Agregó que las palabras deben ir acompañadas de acciones en los años venideros y que el desafío no puede ser enfrentado por una sola nación, así como que EI debe ser degradado y finalmente destruido.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, expresó ante el Consejo que se debe derrotar la ideología venenosa del extremismo en la raíz de la amenaza. Añadió que cada vez está más claro que los yihadistas suelen ser influenciados por predicadores cuya visión del mundo puede ser usada como justificación para la violencia.
Obama es sólo el segundo mandatario estadounidense en presidir una reunión del Consejo de Seguridad, y ésta fue apenas la sexta vez que el organismo de 15 miembros se congregó a nivel de jefes de gobierno.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo al Consejo que su país respalda la iniciativa del gobierno de EE.UU y agregó que se requiere un enfoque más integral para el problema del terrorismo y la cooperación internacional para enfrentarlo.
Y el canciller de China, Wang Yi, manifestó que el terrorismo es el enemigo común de toda la humanidad y que su país propondrá compartir información sobre organizaciones terroristas y la mejora del contraterrorismo en internet.
Entretanto, el Pentágono señaló que se llevaron a cabo más incursiones aéreas dirigidas por EE.UU. contra posiciones de EI en Siria. Precisó que aviones de guerra de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos ayudaron a atacar a 12 refinerías petroleras pequeñas y un vehículo en el este de Siria.